lunes, 3 de junio de 2013

La dolce brisca





Es un pecado y muy difícil contarles películas así. Por más tenga 53 pirulos, Fellini, la música de Nino Rotta, Mastroianni y un montón de mujeres hermosas nos hablan un poco de la vida; por lo tanto en breves lineas tratare de despertar la curiosidad de los que la vieron y los que no.

Cuando menos pienso, mejores conjeturas saco acerca del devenir de la vida y de la percepción de la realidad. Mi problema con la realidad, con la vida y con el amor es muy simple: me cuesta aceptar y aceptarme dentro de la mediocridad de la cual soy parte; cuando me refiero a la mediocridad lo hago en sentido de un sistema del cual somos participes necesarios, lo "normal", lo que a todos les pasa.....salvo a los tocados por la varita, que son aquellos premiados por el sistema con el galardón de vivir al limite de las capacidades y la imaginación. Entre medio de los iluminados por "el rock" y los mediocres estamos los que vagamos entre estos dos estados; la vida mediocre y la mediocridad misma se tornan abrumadoras y melancólicas cuando uno vive y se sabe capaz de cada tanto mechar momentos excepcionales. Partiendo  desde la dicótoma de la realidad como mágica y vulgar, Fellini basó su obra, y entre todas sus obras la "Dolce Vita" es una pintura de todos estos conflictos existenciales.
Marcello (Marcello Mastroianni) es un periodista de "espectáculos"....o de sociales, que vive las noches de punta a punta por  la "Via Veneto" (la calle taaap taaap de Roma) mientras escapa a sus expectativas profesionales como escritor. Casi toda la peli transcurre de noche, a excepción de algunas mañanas pasadas de rosca. Lo loco de la Dulce vida es la dulce vida misma, osea....El argumento no parece respetar ninguna linea, salvo la linea de Marcello que como un antihéroe oscila entre el estilo, lo sórdido y lo glamouroso, la mediocridad, el machismo, la inmadurez y la reflexión de trasnoche.
La vida como la película no tiene un argumento fijo, son las escenas lo que le dan el sentido; las relaciones, los personajes, los diálogos, la comunicación y sus problemas, las miradas, la música, las locaciones; una vida mediocre que pierde la linea cuando es encandilada por escenas fantásticas.
 El abuelo Aldo tenia razón, "La vida es como una película de Fellini": Un revolcón en un sucucho de la perifería romana; un instante eterno en la Fontana de Trevi con Anita "pechugas" Ekberg; un falso milagro; un espectáculo de circo; un amore que ce un abruttimento; un "teléfono descompuesto"; un crimen....todo seria piu dolce si fuéramos realistas y sinceros con la mediocridad y la fantasía.

1 comentario: